sábado, 15 de agosto de 2015

Ciudad romana de Jerash (Jordania)

Sin lugar a dudas la ciudad romana de Jerash es una de las grandes maravillas de Jordanía, su estado de conservación es excepcional y constituye uno de los mejores ejemplos de ciudad de provincia, conservada en Oriente Medio.

El yacimiento es de importantes dimensiones, por lo que será preciso dedicarle tiempo, al menos un tres horas, aunque para los amantes de la arqueología serán imprescindibles, como mínimo, cuatro horas, para poder disfrutar de este magnífico yacimiento y de su centro de visitantes.

Los hallazgos remontan la historia de este emplezamiento hasta el neolítico, aunque su historia, como ciudad romana, se sitúa en torno a la segunda mitad del siglo I a. C. Su momento de máximo desarrollo lo alcanzaría entre el s II y III d. C, iniciando su declive a partir de la segunda mitad del s III d. C.

Nada más entrar nos encontramos con el imponente Arco de Adriano, construido para conmemorar la visita del emperador Adriano a la ciudad en el año 129, y solo un aperitivo de lo que nos aguarda.

Arco de Adriano

Esta puerta se cosntruyó como nueva entrada sur de la ciudad, pero nunca llegó a finalizarse el tramo entre este arco y la puerta sur original. 

Al lado de este arco encontramos el Hipódromo (siglo I), que contó  con un aforo de 15.000 espectadores, al verlo creo que nadie puede evitar que le vengan a la cabeza las imágenes de Ben-Hur y su famosa carrera de cuádrigas. 

Hipódromo 

Si seguimos hacia la ciudad nos adentraremos en ella por la Puerta Sur, la estrada original a la ciudad en su parte meridional. 

Puerta Meridional

Tras entrar en la ciudad llegamos a la plaza ovalada o foro, un lugar grandioso, con una forma algo peculiar que lo diferencia de otras ciudades romanas, ya que tiene una extraa forma ovalada rodeado de 56 impresionantes columnas jónicas. 
 

Plaza ovalada

Al sur del foro se encuentra el Templo de Zeus, que en el momento de nuestra visita estaba sufriendo algunos retoques, por lo que nos tuvimos que conformar con verlo en la distancia. Pero muy cerca encontramos el teatro sur, inaugurado en el siglo II y con capacidad para 5.000 espectadores, y presume de tener, aún hoy en día, una estupenda acústica.

Teatro Sur

Después de estos primeros edificios, nos adentramos en la ciudad a traves de sus vías, para ello seguiremos el cardo maximus, principal vía de la ciudad, conocida como calle de las columnas, por razones obvias, en uno de los lugres más hermosos de la ciudad, el estado de conservación permite adentrarse y sentir la ciudad a través de los 800 metros que separan el foro de la puerta norte. Mantiene perfectamente conservadas las grndes losas originales con las que se pavimentaron las calles e incluso las alcantarillas. 


Detalle del cardo maximus

Avanzando por el cardo maximus llegamos al macellum, lugar donde se situaba el mercado principal, con un preciosa fuente central. 


Macellum

Siguiendo el eje del cardo maximus llegamos al punto donde se cruza con el decumanus sur, en este punto se localiza el tetrapylon sur. Igualmente siguiendo el cardo maximus, el punto donde se corta con el decumanus norte, se localiza el tetrapylon norte


Tetrapylon

A medida que avanzamos, siguiendo siempre como eje orientativo el acrdus maximus, llegamos a un edificio con una escalinata espectacular, restos que corresponden a una catedral del siglo IV, seguramente edificada sobre los restos de un templo más antiguo dedicado a Dionisio

   Escalinata de la catedral

Desde esta escalinata se puede acceer a la Iglesia de S. Teodoro, atravesando un precioso atrio, donde encontramos la Fuente del milagro

Iglesia de S Teodoro

Fuente del milagro

Justo al lado de este edificio, en la calle principal, encontramos la mayor fuente ornamental del Jerash, el ninfeo, uno de esos rincones espectaculares de esta hermosa ciudad y que nos dan una idea de la gran ornamentación de sus calles. 
 

Ninfeo

Volviendo al cardo maximus, y siguiendo unos metros, nos encontramos con el propileno, que constituye la entrada al Templo de Artemisa, hija de Zeus y diosa de la caza y la fertillidad. El Templo de Artemisa mantiene 11 de las 12 columnas que la adornaron, y es un edificio espectacular, que ocupa un altozano con maravillosas vistas de la ciudad. 

Templo de Artemisa


Intrior del Templo de Artemisa

Columnas del Templo de Artemisa

Cerca del Templo de Artemisa nos encontramos con el Teatro Norte, de dimensiones más modestas que el sur, data del siglo II y estaba destinado principalmente a acoger reuniones de los dirigentes.

Teatro Norte

Llegamos hasta aquí cansados de tanta belleza y tanto calor, el sol jordano es un enemigo duro, pero todavía nos quedan algunas pequeñas joyas de este yacimiento, una vez vistos los principales edificios de la ciudad, bien merece la pena, si disponemos de tiempo, perdernos un poco por las calles menores, el decumanus norte o el sur, para, olvidándonos de las guías por un momento, disfrutar de zonas menos transitadas y algunos mosaicos perdidos en algunas viviendas dispersas que, aunque no forman parte de los edificios más monumentales, no hay que olvidar que un día fueron el hogar de los moradores de esta ciudad. 
 

Mosaicos de algunas domus

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
INFORMACIÓN ADICIONAL:
  • Para este viaje usamos como guía la de Lonely Planet, suele ser la que más nos gusta, aunque por ser un destino bastante turístico hay bastante donde escoger en función de los gustos.
  • Como mapa general usamos uno de carreteras escala 1:700000, de la editorial Cartographia. Muy útil ya que alquilamos un coche la última semana para acercarnos a algunos yacimientos y lugares donde era complicado llegar en transporte (ya iremos incluyendo alguna entrada a este respecto)
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario