Este yacimiento se sitúa en tierra de frontera entre los pueblos prerromanos de los cántabros y los turmogos, ocupando una zona estratégica de paso entra las tierras de aluvión situadas al sur (y más aptas para la actividad agrícola) y Las Loras al norte (tierras más aptas para la ganadería), a través del corredor excavado por el río Ubierna (esta situación estratégica explicaría la densidad de ocupaciones localizadas en esta zona). A lo anterior se uniría su situación elevada sobre una en una plataforma calcárea que ofrecería una buena visibilidad sobre el entorno.
Necrópolis de La Polera |
Los restos cerámicos localizados parecen indicar que el castro estuvo ocupado tanto en la I Edad del Hierro como en la II Edad del Hierro.