Castro y necrópolis de La Polera (Ubierna. Burgos)

Este yacimiento se sitúa en tierra de frontera entre los pueblos prerromanos de los cántabros y los turmogos, ocupando una zona estratégica de paso entra las tierras de aluvión situadas al sur (y más aptas para la actividad agrícola) y Las Loras al norte (tierras más aptas para la ganadería), a través del corredor excavado por el río Ubierna (esta situación estratégica explicaría la densidad de ocupaciones localizadas en esta zona). A lo anterior se uniría su situación elevada sobre una en una plataforma calcárea que ofrecería una buena visibilidad sobre el entorno.

Necrópolis de La Polera

Los restos cerámicos localizados parecen indicar que el castro estuvo ocupado tanto en la I Edad del Hierro como en la II Edad del Hierro.

El castro llegó a alcanzar una longitud, en dirección este-oeste, de casi 1000 metros, con una anchura aproximada de 250 metros, el castro tendría una extensión de entre 20 y 25 hectáreas. Aunque la primera ocupación, en la I Edad del Hierro, se situaría en la zona más elevada

El castro se presenta protegido al norte y sur por farallones rocosos que hacen innecesarias las defensas artificiales. Los elementos defensivos se situaban en los laterales situados al este y oeste más desprotegidos. 

En la zona occidental se puede observar un gran derrumbe perteneciente una muralla, con una altura estimada de unos 4 m y una anchura de 8 m, y un foso longitudinal (actualmente colmatado).  

Muralla occidental

 

En la zona oriental la muralla no sigue una disposición longitudinal, sino que se dispone de manera oblicua en sentido noroeste-sureste determinando una entrada en embudo que es por donde discurre actualmente el acceso a las tierras de labor situadas en la parte alta. 

Acceso al castro de La Polera

 

Apenas se puede distinguir nada en el interior del recinto del castro, actualmente ocupado por tierras de labor y por hierbas, más allá de algunos amontonamientos de piedra (aunque en las fotografías áreas parecen apreciarse estructuras de forma rectangular). 

En el castro de La Polera se localizó una tésera de hospitalidad con forma de cabeza de toro en lengua celtibérica, aunque grafía latina, que recoge un pacto entre la población prerromana y el ejército romano. 

En la zona oriental, y alejado del poblado pero a la vista de éste, se situaba la necrópolis de la asociada al castro de La Polera. Esta necrópolis fue excavada en los años 80 y fueron localizados 103 túmulos, de los cuales se excavaron 73. 

Necrópolis de La Polera

Se pueden observar agrupamientos y túmulos de diversos tamaños, características que sido interpretadas como la manifestación de diferencias sociales. Los túmulos de mayor tamaño se localizaron en la parte más elevada del altillo ocupado por la necrópolis. 

Todas las tumbas localizadas son individuales excepto una de ellas donde se han localizado los restos de dos adultos (femenino y masculino). Otro aspecto interesante es la escasa representación de individuos jóvenes (con menos de 20 años) e infantiles lo que podría indicar que estos enterramientos no se realizaran en el marco de la necrópolis. 

Necrópolis de La Polera

 

El rito funerario que se ha documentado es la cremación, rito introducido en torno al s IX a. C. Los restos de esta cremación se introducían en una urna que ocupaba la posición central del túmulo y a su alrededor se situaban los elementos del ajuar. Finalizado el ritual se sellaba el túmulo con piedra, tierra y una estela. 

Necrópolis de La Polera

 

Los ajuares localizados son sencillos (aunque esta perspectiva puede estar alterada por el expolio sufrido) y bastante uniforme sin presentar grandes diferencias sociales por género. Junto a los restos de la cremación es habitual la presencia de un vaso funerario de formas sencillas, alguna fusayola, objetos de bronce y hierro de pequeñas dimensiones. Es llamativa la escasez en la presencia de armas (elemento habitual en otras necrópolis de esta cronología), aunque se ha localizado algún ejemplo, en concreto dos puntas de lanza en uno de los túmulos.

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INFORMACIÓN PRÁCTICA

• La visita es libre. Hay un recorrido indicado desde Ubierna con paneles informativos. Es posible reducir el recorrido accediendo por la zona de la Solana por pista.
  
• Muy recomendable visitar el Aula Arqueológica de Ubierna previamente.
  

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BIBLIOGRAFÍA:

• ABÁSOLO, JOSÉ ANTONIO; RUIZ VÉLEZ, IGNACIO; CAMPILLO CUEVA, JACINTO; HERNANDO ARCE, HÉCTOR. El castro de La Polera en Ubierna y los yacimientos arqueológicos al sur de Las Loras. Boletín de la Institución Fernán González. Nº 237. 2008. PP. 293-333.
• RUIZ VÉLEZ, IGNACIO. Necrópolis tumular de La Polera (Ubierna, Burgos): género y jerarquía social. Boletín de la Institución Fernán González. Nº 250. 2015. PP. 173-192.