viernes, 23 de junio de 2023

Monte Cildá (Olleros de Pisuerga. Palencia)

En el monte Cildá se sitúa en el término municipal de Olleros de Pisuerga (Palencia). Algunos investigadores sitúan en esta elevación la ciudad cántabra de Vellica (también se ha propuesto el cercano monte Bernorio como posible ubicación), aunque no se puede asegurar que se corresponda. 

Las primeras prospecciones se realizaron a finales del s. XIX. En los años sesenta del s. XX se realizaron nuevas excavaciones que dieron como resultado la localización y excavación de la muralla en toda en toda su extensión, así como gran cantidad de objetos. Ya a principios del s. XXI se reanudaron las excavaciones, pero las catas han sido escasas quedando gran parte de la superficie pendiente de excavación. 

Monte Cildá. Muralla

 

El monté Cildá fue ocupado de manera tardía en la segunda mitad del s. I a. C y en él se situó un castro fortificado. Su situación tiene un claro carácter estratégico ya que desde él se controla una extensa zona de llanura con vertientes escarpadas y se tiene una buena perspectiva del río Pisuerga al este, abriéndose camino por el  desfiladero de la Horadada.

Tras la primera ocupación en la Edad del Hierro, Monte Cildá tuvo ocupaciones intermitentes a lo largo de la antigüedad y de la Alta Edad Media. Los hallazgos localizados en los diferentes estratos, parecen indicar que el castro sufrió un primer abandono a mediados del siglo I d. C. Así se constata la ocupación romana, atestiguada por los materiales localizados de época altoimperial. La reocupación de Monte Cildá se produce en época tardorromana, ligado a la construcción de la muralla. .

El acceso al castro lo realizamos por su vertiente oeste. Los primeros restos que localizamos son los de la muralla. Los distintos tramos la muralla narran la dilatada historia de este emplazamiento ya que estuvo habitado, tras su inicial abandono, en época visigoda y será de nuevo habitado, en la conquista cristiana, hasta el siglo XII.  

La puerta situada al sur, flanqueada por dos torres defensiva, es la entrada a la muralla de época visigoda que ocupa una posición inferior respecto al resto del lienzo que se extiende en dirección noreste. El paso estuvo cerrado por un portón de doble hoja.

Acceso. Muralla visigoda
Acceso. Muralla visigoda

Desde esta puerta arranca la parte del lienzo que unió esta entrada al resto del lienzo que se extiende hacia el noreste.

Lienzo de muralla hacia el noreste
Lienzo de muralla hacia el noreste

A lo largo de la muralla se aprecian seis torres. Las situadas más próximas al desfiladero de la Horadada delimitan la parte de muralla más antigua. La construcción de este tramo la muralla, fechado entre los siglos IV y V d. C, responde a u periodo histórico de inestabilidad coincidiendo con las invasiones de principios del s V d. C. 

 

Muralla. S. IV-V d. C
Muralla. S. IV-V d. C

Este tramo se realizó en mampostería sobre un zócalo de sillares de importante tamaño y otros elementos y materiales reaprovechados de época romana. En las excavaciones realizadas a mediados del s. XX se extrajeron dieciséis inscripciones romanas del yacimiento.

Entre este tramo y la puerta principal la muralla se levanta únicamente con mampostería y se data en época visigoda, siglo VI d. C, que se mantendría hasta el siglo VIII d. C (la región cántabra fue incorporada al reino visigodo en el año 574, tras la toma de Peña Amaya). Esta datación visigoda se constata por los restos cerámicos y broches de cinturón localizados.

 

Muralla. Monte Cildá
Muralla. Monte Cildá
 

La muralla encerró una amplia extensión de más de 15 hectáreas. En su interior, hoy apenas se pueden apreciar restos debido a la falta de excavaciones y consolidación, pero es interesante darse una vuelta. 

A lo largo del recorrido son reconocibles estructuras y zócalos de lo que podrían ser viviendas o edificios. 

Estructuras
Estructuras
 

No solamente son apreciables por los restos de paredes, sino que son visibles hundimientos de forma rectangular que hacen sospechar de la presencia de estructuras bajo la superficie herbosa.  

Hundimientos. Monte Cildá
Hundimientos. Monte Cildá

Un buen paseo nos permitirá acercarnos a las formidables defensas naturales de este emplazamiento, protegido por paredes verticales, lo que, sin duda, influyó en su elección como lugar para establecer el castro cántabro.

Vertiente sur. Monte Cildá
Vertiente sur. Monte Cildá

Desde esta ubicación privilegiada, si nos asomamos a la vertiente este, hacia el desfiladero de la Horadada podremos ver las cuevas donde se han localizado materiales de época musteriense, Edad del Bronce y Calcolítico. Pero este yacimiento se queda para una próxima visita.

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INFORMACIÓN PRÁCTICA

La visita al castro se puede realizar libremente. Un cartel en la misma carretera a la salida de Olleros de Pisuerga en dirección a Mave, marca la pista de acceso al yacimiento. 

Yacimientos cercanos: 

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BIBLIOGRAFÍA:

  • GARCÍA GUINEA, M.A; GONZÁLEZ ECHEGARAY, J; SAN MIGUEL RUIZ, J. A. Excavaciones de Monte Cildá. Campañas de 1963-65.
  • IGLESIAS GIL, JOSÉ MANUEL. Epigrafía y muralla de Mone Cildá (Aguilar de Campoo, Palencia): cuestiones en torno a la cronología. Actas y comunicaciones del Instituto de Historia Antigua y Medieval. 3. 2007. PP. 1-11. 
 

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