viernes, 21 de agosto de 2015

Viaje a los yacimientos desconocidos de Jordania

Jordania es un gran país para los amantes de la antigüedad con lugares ampliamente conocidos como la maravillosa Petra o la ciudad romana de Jerash, pero lo cierto es que, fuera de estos sitios más conocidos, Jordanía esconde pequeñas joyas que permiten al viajero adentrarse en la tranquilidad y la soledad de yacimientos poco conocidos, pero de gran interés. Os invitamos a conocer aquellos yacimientos menos conocidos de este gran país.

Umm Qais (Gadara)

La antigua ciudad de Gadara tiene una larga historia, que se remonta a los seléucidas. Después de pasar por diversas manos, esta ciudad fue arrebatada a los judíos en el año 63 a. C, y fue gobernada por Herodes el Grande hasta el año 4 a. C, fecha de su muerte. Durante este periodo, la ciudad se enriqueció y creció, y se construyeron grandes edificios que la embellecieron, formando parte de la Decápolis. La ciudad fue perdiendo importancia, de forma que cuando se produjo la conquista musulmana era una aldea de modestas dimensiones.

Dada su larga historia de ocupación, se produce una interesante yuxtaposición de los restos de la ciudad romana con una posterior aldea otomana. Gadara fue descubierta en 1806, pero las excavaciones son relativamente recientes, ya que se iniciaron en 1982, previo traslado de los habitantes a la actual aldea. 

Lo primero que llama la atención de este yacimiento, que lo hace especialmente bello, es el singular color negro de gran parte de la piedra utilizada en su construcción, ya que para algunos de sus edificios se utilizó basalto negro. El Teatro oeste es un buen ejemplo de ello, la imagen es curiosa.


Teatro Oeste
Muy cerca encontramos la basílica con un amplio patio con columnas donde resalta el contraste entre la piedra caliza, el mármol y el basalto, creando una mezcla peculiar y poco vista en los yacimientos romanos. 
Basílica
Desde este punto conectamos con el decumanus maximus, la principal vía de la ciudad que unía Umm Qais con otras ciudades cercanas, como Pella. Como se puede observar, queda mucho trabajo por hacer y mucho por descubrir en este yacimiento.

Decumanus maximus
 
Si nos alejamos un poco siguiendo esta arteria pasaremos por diversos edificios, en algunos casos difíciles de identificar dado el estado en el que se encuentra, llegaremos a una de las zonas más alejadas del yacimiento y tranquilas, aquí podéis encontrar un mausoleo, sobre la que se edificó una basílica. 
Mausoleo
Por supuesto hay que hacer una visita al museo situado en Beit Russan, una antigua residencia de un gobernador otomano, un lugar fresco, cosa rara en Jordania, donde se puede aprovechar para un pequeño descanso. 
Beit Russan
En este museo hay algunas piezas destacadas, como la estatua de mármol de la diosa helénica Tique, unas magníficas puertas talladas en basalto. 
Estatua de mármol
Puertas de basalto
 Tampoco hay que dejar escapar las preciosas vistas que hay desde el yacimiento de Galilea y el Golán.
 
Pella (Taqabat Fahl)
La antigua ciudad de Pella se localiza en el valle del Jordán, relativamente cerca de Umm Qais, si se dispone de coche propio es una buena opción para completar el día, y fue una de las integrantes de la Decápolis. En el caso de Pella sus primeros pasos, como lugar de ocupación, se remontan al 5000 a. C y floreció en época griega y romana, alcanzando su máximo esplendor en época bizantina, aunque siguió su historia como una ciudad próspera en época musulmana, hasta el terremoto que asoló la región en el año 747. 
El yacimiento es relativamente pequeño, si lo comapramos con lo visto hasta ahora, pero tiene su encanto, y encima la soledad del lugar es fantástica. 
La estructura principal y de las mejor conservadas, son las ruinas de la iglesia bizantina del conjunto cívico, edificada em el s V, sobre un antiguo complejo municipal romano.
Vista general de Pella
Iglesia bizantina del conjunto cívico
Ar-Rabba
No queda mucho de esta ciudad histórica, a la que los griegos denominaron Areopolis, en honor al dios Ares. Las ruinas están en medio de la población actual, sin ningún tipo de protección, por lo que se pueden visitar libremente. 
Entre las ruinas una de las pocas estrcuturas que se distinguen es un pequeño templo romano del s III, con dos hornacinas que albergaban las efigies de los emperadores Diocleciano y Maximiano. 



Templo romano
Se pueden ver otros restos, pero al carecer de indicaciones es difícil oberservar algo identificable. 
Vista general de Ar-Rabba
 
Umm Ar-Rasas

Este yacimiento se sitúa relativamente próximo a la ciudad de Madaba, unos 30 km, y se cree que se corresponde con la población de Kastron Mefaa, mencionada en la Biblia como el enclave militar de Mefaat. El enclave fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2004.

Es un yacimiento extenso y de difícil comprensión, debido a la carencia absoluta de cualquier tipo de cartel informativo, pero tiene una atracción especial, ya que es un gran amasijo de restos, del que asoman arcos, sin ningún orden aparente.

Arcos en el yacimiento
Pasear tranquilamente por el yacimiento nos permitirá apreciar numerosas estructuras, menos caóticas, con preciosos arcos. 


Edificios en Umm Ar-Rasas
También se puede apreciar algunas estructuras con alguna mínima decoración, pero que debido a la carencia de información, no se puede determinar si se corresponden con algún edificio en concreto.
 Dintel decorado
 
 El cobertizo que se observa protege las ruinas de la iglesia de San Esteban, una de las cuatro iglesias del pueblo original, y que contiene unos espectaculares mosaicos del s VIII.



Mosaicos de la iglesia de San Esteban

Pequeña Petra (Siq Al-Barid)

El siq donde se sitúa la conocida como Pequeña Petra tiene unos 400 metros de longitud, y se trata de un barrio periférico donde se desarrollo una importante actividad comercial. El lugar tiene una belleza natural, y adentrarse en el siq, donde no nos encontramos con nadie, es una experiencia, después de haber pasado por la superpoblada Petra.

Siq Al-Barid
Los edificios que encontramos tallados en la roca, a similitud de los que podemos encontrar en Petra pero de menor dimensión, no deján de ser bastante espectaculares, y tiene una belleza misteriosa que embarga a cualquier visitante. 
En el extremo del siq se localizan unas escaleras que merece la pena subir para poder disfrutar de unas vistas preciosas.
Escaleras al fondo del siq
Vistas desde la parte alta
La pequeña Petra no sustituye la visita a la inigualable Petra, pero desde luego es uno de esos rincones que dejan buen recuerdo y que permiten sntirse un pequeño privilegiado por haber podido disfrutar de él, más si tenemos en cuenta que poca gente se toma la molestia de conocerlo, un gran error. 

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INFORMACIÓN ADICIONAL:
  • Para este viaje usamos como guía la de Lonely Planet, suele ser la que más nos gusta, aunque por ser un destino bastante turístico hay bastante donde escoger en función de los gustos.
  • Como mapa general usamos uno de carreteras escala 1:700000, de la editorial Cartographia. Muy útil ya que alquilamos un coche la última semana para acercarnos a algunos yacimientos y lugares donde era complicado llegar en transporte (ya iremos incluyendo alguna entrada a este respecto)
 

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