En el centro de interpretación nos recibe un hombre de pocas palabras, se limita a indicarnos el inicio del escueto centro de interpretación y por donde ir a los restos propiamente dichos (curiosamente sin ningún tipo de valla o cercado).
Maqueta de Cancho Roano. Centro de interpretación |
El yacimiento de Cancho Ronao es un complejo monumental orientado hacia el este. Sus inicios se sitúan en el s VI a. C y su desaparición se produjo un siglo después, en el s. V a. C, tras un incendio. Parte del edificio sobrevivió y, hasta comienzos del s IV a.C, la azotea central del edificio parece que fue utilizada para quemar los cadáveres que fueron enterrados en una necrópolis del entorno.
Este yacimiento ha tenido una interpretación controvertida ya que no presenta similitudes con ninguna otra edificación de la época en la Península.
Se le han atribuido paralelismos con edificios del Mediterráneo Oriental. Las similitudes que presenta con los hilaní del s VIII a. C de Tell Taynat y Tell Halaf ha llevado a determinar su influencia oriental y a interpretarlo como un santuario-palacio de tipo semita en el que se aunaban las funciones de gobierno con las de un importante centro comercial (seguramente por influencia de las culturas que comerciaban con las poblaciones peninsulares, ya que ninguna de las soluciones arquitectónicas en autóctona).
En el interior se localizaron una gran variedad de objetos procedentes del mundo fenicio-púnico lo que parece indicar una estrecha relación entre Cancho Roano y las colonias fenicias del sur peninsular, así como una importante actividad comercial.
Cancho Roano es una gran construcción de adobe y forma cuadrada construido sobre zócalo de piedra. Lo que se puede ver en la actualidad se corresponde a la última fase constructiva (se ha localizado dos fases anteriores).
El edificio se organiza en torno a un patio exterior enlosado con pizarra y con un pozo central, que era la zona de acogida.
Cancho Roano. Patio Exterior |
Cancho Roano. Acceso al edificio |
Foso |
El acceso a las estancias interiores, sobreelevadas 1,40 metros sobre el nivel del patio (a excepción de la cámara central o cella que se mantiene al mismo nivel) se realizaba desde el lado norte del patio exterior a través de unas escaleras. Se localizan otras escaleras que daban acceso a un segundo nivel.
Cancho Roano. Acceso al edificio |
Desde aquí se accede a una gran zona transversal que cruza el edificio y que sirve de distribuidor al resto de espacios.
Cancho Roano. Interior del edificio |
Entre todas las estancias destaca la situada en el eje central. Interpretada como el lugar sacro (o cella). Era un rectángulo, al mismo nivel que el patio exterior, y sin acceso por ningún lado (probablemente se accedía a su interior por el tejado). En el centro se sitúa un altar que se mantuvo a lo largo de las sucesivas remodelaciones y que fue preservado, recubriéndolo de tierra, en la destrucción final.
Cancho Roano. Cella y altar |
En torno al edificio principal se sitúan un conjunto de estancias perimetrales, seis por cada lado donde se localizaron numerosos restos lo que hace pensar en su uso como almacenes, constituyendo una clara evidencia del importante papel de Cancho Roano como centro comercial dentro de las extensa red comercial de la época.
Estancias perimetrales |
A lo largo del perímetro pueden observarse los desagües que permitían eliminar el agua de lluvia hacia el foso circundante.
Desagüe |
Este yacimiento se asociado a la compleja y avanzada cultura tartésica, entendida ésta como un fenómeno complejo que se inicia en el Bronce Final y se extiende hasta la Primera Edad del Hierro. En este periodo se produce en la zona de la Baja Andalucía una importante reestructuración de los asentamientos indígenas e importantes transformaciones sociales: crecimiento demográfico, crecimiento económico, explotación de nuevos territorios, mayor diferenciación social.
Los tartessos mantuvieron importantes relaciones comerciales (especialmente relacionadas con la explotación de los recursos metalúrgicos) con los fenicios, cuya presencia en el sur peninsular se atestigua desde el s. IX a. C. A partir del 700 a. C se constata una espectacular desarrollo de la cultura tartésica, para desaparecer a mediados del siglo VI a. C.
Con el fin de Tartessos desaparece también la economía palacial. Cancho Ronao forma parte de esta cultura mítica de la que, sin duda, queda mucho por investigar y conocer en los próximos años.
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INFORMACIÓN PRÁCTICA
- Para consultar los horarios de visita al yacimiento se puede consultar la página de Zalamea de la Serena o la página de Extremadura turismo. Realmente son los horarios del centro de interpretación, interesante para conocer mejor el yacimiento, pero los restos se pueden visitar en cualquier momento.
BIBLIOGRAFÍA:
- LÓPEZ PARDO, FERNANDO. 1990. Sobre la función del edificio singular de Cancho Roano (Zalamea de la Serena, Badajoz). Gerión 8, PP. 141-162.
- SALINAS DE FRÍAS, MANUEL. Los pueblos prerromanos de la península Ibérica. Editorial Akal.
- Junta de Andalucía. Guía de Yacimientos arqueológicos de Extremadura.
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