Ciudad romana de Valeria (Valeria. Cuenca)

Las investigaciones relacionadas con este yacimiento se inician en los años cincuenta por Francisco Suay (alcalde de Valera de Arriba y maestro de escuela), pasando por diversas fases de impulso y detención.

La ciudad romana de Valeria se sitúa en un espolón rocoso que se proyecta hacia los abismos que delimitan el río Gritos y el arroyo Zahorras, en la Serranía Baja de Cuenca. Su ubicación sigue parámetros que se repiten en los antiguos territorios de la celtiberia: asentamientos en alto y con defensas naturales. Valeria, en este aspecto, no es una excepción compartiendo estas características con otras ciudades romanas como la conquense ciudad de Ercávica. 

Hoz del río Gritos

 

Las características de su emplazamiento provocan que presente un urbanismo aterrazado, de manera que las viviendas y edificios se adaptan al terreno.  

La ciudad de Valeria fue fundada entre el 93-82 a.C y su topónimo probablemente hace referencia a su fundador: Valerio Flaco. Aunque su mayor esplendor, reflejado en su arquitectura monumental, lo vivirá desde el final de la época de Augusto hasta el inicio de la época flavia.

El recorrido nos lleva directamente al Foro, situado en la vaguada entre el cerro de Santa Catalina y el cerro de la Horca, constituido por un conjunto de construcciones de uso público distribuidas alrededor de una plaza central enlosada. La ciudad romana de Valeria contó con un Foro primitivo y menos monumental cuyos restos han perdurado bajo algunas zonas construidas posteriormente como la Basílica. Será en época augustea, en época de Tiberio, cuando se produzca la monumentalización del Foro con una elevación general del conjunto y la amplicación de la ciudad hacia el sur y este.

Para crear este Foro fue necesario levantar una gran terraza artificial con cuatro grandes muros de contención, dejando un espacio interior para las cisternas, ocultando el antiguo Foro de época republicana.  

Vista general del Foro

 

El primero de los edificios del Foro que podemos ver en nuestra visita desde el Centro de visitantes es la Basílica, situada en el lateral norte del Foro. El edificio estaba destinado a la administración de la justicia y a la realización de negocios y transacciones económicas. 

 

Basílica

 

Actualmente lo que podemos observar son los restos de la cimentación sobre los que se levantaban las columnas. Este edificio se componía de tres naves rectangulares, donde la central tenía el doble de dimensiones que las laterales y era más alta que éstas. Seguramente su fachada estaba porticada, como era habitual en estos edificios. 

En uno de los extremos de la Basílica, se localizan los restos de otro de los edificios del Foro de la ciudad de Valeria: la Curia. 

 

Curia

 

Se trata de una construcción de planta rectangular, sin columnas destinado a constituir la sede oficial del Senado. En los lados más alargados solían disponerse los bancos para los miembros del Senado. 

Nuestro camino prosigue hasta llegar a la parte central del Foro. El trazado del cardo republicano nos permite acceder a las cámaras de decantación (cisternas situadas bajo el Foro). 

Cámaras de decantación

 

Los depósitos estaban cubiertos con bóvedas de cañón y son un impresionante ejemplo de la ingeniería hidráulica romana. Los muros están fabricados a base de opus caementicium (hormigón usado por los romanos desde el siglo III a. C) que posteriormente fue impermeabilizado con opus signinum.

Su diseño y tamaño permitíandisminuir la presión del agua pasando de una nave a otra y, adicionalmente, que se fueran depositando en el fondo las partículas en suspensión e impurezas. Los lodos se eliminaban por la salida de aguas que se peude observar frente a las escaleras de bajada. 

 

Cámaras de decantación

A estas cámaras venía a morir el acueducto de Valeria que pasaba por debajo de la Basílica (aún se puede observar la boca de entrada). En época tardía estas cisternas llegaron a utilizarse como viviendas. 

Junto a las cámaras de decantación se sitúan un conjunto de tabernae republicanas de planta circular y abiertas hacia el cardo republicano.  

Tabernae republicanas

Nuestra siguiente parada: la Exedra. Este edificio presentaba dos alturas y planta semicircular con fachada al Foro y tabernae a sus lados. Los abundantes hallazgos de escultura monumental en mármol y bronce, e inscripciones dedicadas a la familia julio-claudia (como el emperador Tiberio y Drusila) hace suponer que el edificio estaba dedicado al culto imperial. 

 

Exedra

Situada entre el edificio de la Exedra y el muro de la plataforma artificial del Foro se encuentra el criptopórtico (sin excavar), una galería subterránea abovedada con funciones de calle o almacén que también servía de cimentación para el piso superior de la Exedra. 

En la zona sur del Foro se localiza una escalinata monumental, aprovechando la diferencia de alturas, que permitía el acceso a la plaza del Foro desde el decumanus maximus (calle principal de la ciudad en dirección E-W) que ascendía desde la hoz del río Gritos y continuaba hacia la hoz del arroyo Zahorra que era la única accesible con carro. En este punto confluían las dos arterías principales de la ciudad: el decumanus maximus y el cardo maximus.

 

Escalinata monumental

El acceso al Foro aparece flanqueado por amplios espacios rectangulars que son una prolongación del Criptopórtico por el sur. 

En la línea exterior se observan espacios rectangulares de menor tamaño que han sido identificados como tabernae. Gran parte de los materiales han desaparecido debido a su "canibalización" posterior. 

 

Criptopórtico y tabernae

Nos alejamos del Foro en dirección al cerro de Santa Catalina. Nuestra dirección viene marcada por los restos de la muralla medieval que cierra la única vía accesible al cerro en su parte norte. Los restos mejor conservados, entre los que discurre el sendero, son los correspondientes a la puerta de acceso que estaría flanqueda por un torreón de planta rectangular en su parte occidental. 

La muralla fue construida entre los siglos XII-XIII tras la conquista de la zona por Alfonso VIII cuando Valeria quedó situada en la zona fronteriza en la línea del Júcar.

 

Muralla medieval

En lo alto del cerro, la rehabilitada ermita románica de Santa Catalina. A su alrededor se pueden observar los restos de una necrópolis adyacente. 

Una estrecha senda nos permite llegar a la parte sur del espolón que cae hacia la hoz del río Gritos. Las vistas son espectaculares y algunos paneles nos ayudan a entender la fauna y flora de este enclave. La senda bordea el abismo para retornar hacia los restos de la ciudad de Valeria por el este. En esta zona nos alejamos de los edificios monumentales para aproximarnos al urbanismo típico de Valeria. 

Por el camino vemos algún ejemplo discreto de urbanismo rupestre, hasta llegar a la casa colgada, cuyo nombre deja de manifiesto sus características.

 

Casa colgada

 

Esta vivienda recibe este nombre debido a su ubicación sobre el barranco abierto por las aguas del río Gritos (a semejanza de las casas colgantes de la capital). Este urbanismo, muy característico de Valeria, aparece ante la necesidad de aprovechar el escaso espacio existente. La roca se tallaba para crear las zonas bajas de las estructuras, mientras las fachada quedaba en "volado" sobre el barranco. 

 

Casa colgada

Los restos forman parte de una amplia casa con orientación N-S construida a mediados del siglo I d. C y presenta una estructura típica de domus romana con las habitaciones distribuidas en torno central porticado. 

Para acercanos a otro buen ejemplo de urbanismo civil tendremos que descender por una senda hasta llegar a la casa del hoyo. Esta vivienda también muestra una estructura típica adaptada a lo abrupto del terreno, de manera que las diferentes zonas aparecen aterrazadas a diferentes niveles para amoldarse a los fuertes desniveles existentes. 

Casa del hoyo

Volvemos a ascender para continuar con la visita. Otra vivienda, situada junto al Ninfeo, es nuestra siguiente parada: la casa de los adobes. Fue construida en el siglo II d. C sobre un edificio previo y destruida en el siglo IV d. C en un incendio. 

El piso que se conserva, de los dos que originalmente tenía la vivienda, se encuentra dividido en tres habitaciones adornadas en su origen con estucos. Debido al abandono acelerado de la vivienda en el incendio que la destruyó, se han conservado muchos restos de la vida diaria que han permitido estudiar el modo de vida en la ciudad. 

 

Casa de los adobes

Para el final hemos dejado lo más característico de la ciudad de Valeria: su gran Ninfeo, el monumento más singular de Valeria. Su construcción se corresponde con el periodo de monumentalización de la ciudad marcando un momento de auge de la aristocracia urbana.

El Ninfeo constituye el muro de contención del propio Foro y estaba formado por un conjunto de fuentes de carácter ornamental que permitía embellecer el muro de contención.

 

Ninfeo

Bajo el pasillo porticado se situaban las tabernae (trece en total) de las que pueden observarse actualmente los restos de los muros. Delante del Ninfeo discurría el Cardo de la que se pueden observar algunos restos del enlosado.  

Tabernae del Ninfeo

Algo alejado del núcleo principal, descendiendo por un sendero cementado, se encuentran los restos de las Termas. El acceso es algo engorroso dadas las hierbas que han crecido alrededor y que el camino no está muy pisado (una mala indicación de las mismas seguro que contribuye a que no sean tan visitadas como el resto de edificios). 

 

Termas

 

Entre las estructuras claramente identificables se puede observar una amplia piscina y los vestuarios. Con las Termas, se da por finalizada la visita a la ciudad romana de Valeria, aunque en las cercanías del yacimiento hay otros lugares de interés para visitar (ver Información adicional). 

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INFORMACIÓN PRÁCTICA

• El acceso al yacimiento es libre. En el Centro de visitantes hay una exposión de técnicas constructivas y se puede visualizar un vídeo sobre la historia de Valeria (acceso: 5€). 
• En las próximidades del yacimiento puede visitarse el puente romano que salvaba las aguas del río Gritos. 
• A unos 4 kilómetros, se encuentra el yacimiento del Pico de la Muela. Aunque no está excavado pueden verse a simple vista algunas estructuras.