En el Collado de Sejos localizamos varios menhires caídos sobre el suelo a excepción de la conocida como Piedra Jincá, que está hincada en el suelo, pero que no presenta ningún tipo de grabados.
Independientemente de los restos arqueológicos que enconyramos en la zona, este paraje bien merece un esfuerzo y darse la pateada, ya que el lugar tiene una gran belleza paisajística y unas vistas magníficas del entorno.
Vistas desde el Collado de Sejos
De los menhires que componen el conjunto los que son más interesantes y llamativos son dos ortostatos de grandes dimensiones que, en un principio, estaba hincados, y hoy aparece tumbados sobre el suelo, y actualmente se encuentran delimitados por una frágil barrera de madera, en pésimas condiciones.
Vistas desde el recinto de los menhires
Sejos II. Se pueden apreciar las grandes dimensiones
El interés de estos dos menhires reside en que presentan interesantes grabados que los han asociado con otras expresiones similares como el ídolo de Peña Tú (Asturias), por presentar ciertas similitudes en las temáticas representadas, mostrando representaciones antropomorfas y, una de ellas, con un puñal en el lateral, aunque en el caso de Sejos son representaciones más simples en cuanto a los elementos antropomorfos, como son los órganos faciales, resultando más esquemático.
Uno de los ortostatos presenta grabados difícilmente identificables, ya que están muy desgastados, el conocido como Sejos I.
Sejos I
Sejos II
La cronología se ha establecido en las etapas iniciales de la Edad del Bronce a través de los tipos metálicos grabados, en un amplaio rango entre el 2500-2000 a. C.
Algunos estudios han establecido una asociación espacial entre estos ortostatos hincados, formando un cromlech, delimitando un espacio cuya funcionalidad no ha sido definida, aunque ha sido descartada la de hábitat o sepulcral. En algunos casos se habla de delimitación de territorios para el pastoreo.
También se ha establecido una asociación entre estos ortostatos y otras manifestaciones megalíticas identificadas en el entorno, y que se pueden apreciar dándose un paseo por los alrededores.
Restos de otras estructuras en los alrededores
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BIBLIOGRAFÍA:
La información que se ha utilizado para escribir esta entrada es la que se indica a continuación, también puede resultar interesante para aquellos que quieran profundizar en el tema.
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- SARO, JOSÉ AMALIO; TEIRA, LUIS CÉSAR. 1992. El ídolo de la Gandara (Rionansa) y la cronología de los ídolos antropomorfos en la Cornisa Cantábrica. Trabajos de Prehistoria. 49, PP. 347-355
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