jueves, 28 de enero de 2016

Castro de Castilviejo (Guijosa. Guadalajara)

Este espectacular yacimiento se localiza en una pequeña loma a la que se accede desde la carretera que une Guijosa con Cubillas del Pinar, muy cerca de la más conocida localidad de Sigüenza. Para ello dejamos el coche en torno al kilómetro 9 de la mencionada carretera, y seguimos un pequeño sendero que asciende a la parte alta del cerro. También se puede acceder desde Guijosa por una pista que sale desde el mismo pueblo. 

La primera fase de ocupación del poblado se remonta a la Edad del Bronce, en torno al siglo VIII a.C. Las fortificaciones actualmente visibles son algo más modernas, se enmarcan en la cultura de los titos, en torno al siglo III a. C. Los arévacos fueron uno de los numerosos pueblos que se engloban dentro de la denominación general del pueblos celtibéricos y que habitaron el centro peninsular.

Si seguimos la primera opción indicada, se accede directamente al interior del poblado, en el lado opuesto al lugar donde se localizan las estructuras defensivas. En este primer espacio se aprecian numerosos amontonamientos de piedra que, presumiblemente, pertenecen a las construcciones que existían y que conformaban la zona habitable. Actualmente el estado y las encinas no permiten distinguir de forma clara las construcciones.

Interior del castro
Interior del castro

El espacio interior es de forma triangular, pero no es de grandes dimensiones, por lo que si andamos un poco veremos el perfil de la muralla al fondo. La muralla se extiende de norte a sur en el lado oeste, en la parte de más fácil acceso al castro, para su mejor defensa. El resto del perímetro quedaba protegido por la propia pendiente del terreno, y reforzada en aquellos puntos de mayos accesibilidad.

Muralla desde el interior
Muralla desde el interior

Al acercarnos podemos apreciar algunas contrucciones anexas a la muralla y que parecen haber sido excavadas, al menos removidas, recientemente. 

Construcciones. Interior de la muralla
Construcciones. Interior de la muralla

La muralla es una sólida construcción que cierra el perímetro del castro por el oeste, como hemos comentado, formando una estructura acodada en cinco tramos rectos. Esta estructura permitía una mejor defensa, y un mejor ataque, de los posibles enemigos externos.  

Tramo de la muralla
Tramo de la muralla

Esta muralla tiene una anchura media de unos dos metros, formada por una doble hilera de piedras de buen acabado, aunque se encuentran mejor acabadas hacia el exterior, y una zona central rellena con piedras. 

Muralla. Detalle exterior de los sillares
Muralla. Detalle exterior de los sillares

Detalle constructivo de la muralla. Interior
 Detalle constructivo de la muralla. Interior

La muralla a lo largo de su recorrido de norte a sur, se adapta a los ligeros desniveles del terreno existentes. 

Detalle tramo muralla

Por el sur llega hasta el mismo borde, mientras que en la parte norte la muralla queda interrumpida antes de llegar al borde, en lo que se ha interpretado como un paso al interior del poblado. 

Acceso norte
Acceso norte
 
Delante de la muralla, hacia el exterior, se extiende un foso que recorre el perímetro exterior de esta muralla. Hoy este foso se aprecia como una pequeña depresión, donde han encontrado refugio algunos árboles. 

Foso

Foso
Foso

El sistema defensivo se completa con un característico campo de chevaux de frise, un conjunto de grandes piedras hincadas cuyo objetivo era impedir o dificultar que la caballería se aproximara a las murallas, impidiendo su avance y obligando al ataque a pie. esto hacía a los atacantes más vulnerables. 

Chevaux de frise

Chevaux de frise
 Chevaux de frise

En medio de este campo de piedras se observa un pequeño paso, de unos cuatro metros de ancho, cuyo objetivo era permitir la entrada al poblado a través del chevaux de frise.

 Chevaux de frise. Pasillo

 Chevaux de frise. Pasillo
 Chevaux de frise. Pasillo

Por último, no cabe duda que desde este emplazamiento sus habitantes disfrutaban de una amplia panorámica del entorno, con numerosas ventajas defensivas. Hoy, podemos disfrutar de unas espléndidas vistas para deleitar nuestros sentidos e imaginar lo que debió ser la vida en el Castro de Castilviejo.


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INFORMACIÓN ADICIONAL Y BIBLIOGRAFÍA:

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