La Dehesa es un inmenso edificio de una superficie aproximada de cuatro mil metros cuadrados cuyo espacio central estaba ocupado por una importante zona ajardinada y rodeada de peristilo.
Espacio central
En torno a este espacio central se alzaba el peristilo, del cual se conservan las basas de las columnas y parte de los mosaicos, que comunicaba las numerosas estancias que componían la villa. El edificio posee gruesos cimientos de mortero y cemento de gran solidez levantados de una sola vez (el edificio se construye con las dimensiones finales sin ampliaciones posteriores) y se data en torno al siglo IV d. C.
En la zona sureste, zona por la cual se accede al yacimiento, se situaba el conjunto termal identificable por el característico hypocaustum.
Zona termal
Varias características hacen de esta villa un yacimiento peculiar, una de ellas es la pavimentación de los suelos compuesta por magníficos y numerosos mosaicos de decoración exclusivamente geométrica, prescindiendo de los apreciados y comunes temas mitológicos que se pueden localizar en otras villas romanas de la misma época.
Decoración geométrica
Pero la pavimentación de los suelos no es la única "rareza" de este edificio. En la zona noreste del edificio se localizan un conjunto de estancias de diversas dimensiones con cabecera circular de las que se desconoce su uso con exactitud.
Estancias de cabecera semicircular
La entrada a las estancias de mayores dimensiones se realizaba por accesos laterales desde estancias más estrechas y alargadas (en forma de pasillos y con cabecera también semicircular) a los que se accedía directamente desde el peristilo. Esta curiosa distribución, con estancias no abiertas directamente hacia el peristilo, se ha interpretado como una solución arquitectónica para luchar contra el frío que caracteriza a esta zona de la península.
Pasillo lateral
Acceso desde uno de los pasillos
En esta zona del edificio también se localiza el aula magna, una estancia de impresionantes dimensiones y de interpretación incierta. En la zona del peristilo desde donde se accedía a esta gran estancia encontramos uno de los mosaicos de decoración más cuidada que juega con la representación de cubos tridimensionales.
Aula magna
Mosaico en el acceso al aula magna
Una última curiosidad es la presencia en diversos mosaicos del monograma de la familia que ha permitido identificar al propietario de la misma: la familia romanizada de los Irricos, de origen celtibérico.
Monograma de la familia de los Irricos
Dadas las peculiaridades indicadas, varias son las interpretaciones que dan a este edificio usos diversos (templo pagano, villa rural, etc.), aún queda trabajo de investigación por realizar que permitan llegar a conclusiones definitivas.
Por desgracia, en la actualidad las excavaciones e investigación asociada están paralizadas. En el yacimiento pueden observarse trabajos pendientes de realizar en un futuro, esperemos, no lejano.
Zonas pendientes de excavación
Mosaico pendiente de trabajos de restauración
El yacimiento también cuenta con una interesante exposición y audiovisual para poner en contexto a la villa dentro del mundo romano peninsular, así como la relación con las villas ya mencionadas de la provincia.
Un visita muy interesante con una excelente musealización y conservación.
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INFORMACIÓN ADICIONAL:
- La infomración sobre el yacimiento la podéis localizar en su página web: http://www.villaromanaladehesa.es/
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