el primer pueblo al que nos dirigimos fue el turístico Pals, llegamos tarde así que nos encintramos con un precioso pueblo de calles tortuosas y atestadas de gente, aún así merece una detenida visita y un pequeño paseo. En el pueblo se conservan importantes vestigios medievales como es la Torre de las Horas, de planta circular del s. XI-XII.
Torre de las Horas. Pals
Iglesia de S Pedro desde la Torre de las Horas. Pals
Y un magnífico sistema defensivo con torres rectangulares y datado en los s XII-XIV.
Murallas. Pals
Sepulcro medieval. Pals
Otro pueblo muy interesante que se encuentra my próximo a Pals es el pueblo de Peratallada, también de trazo medieval, lo cual es evidente al caminar por sus calles. En este caso para evitar la afluencia de público, madrugamos y fuimos temprano por la mañana...todo un acierto. Además, como cobran por aparcar, decidimos aparcar en la cercana Canapost, situada a un kilómetro y medio, desde donde fuimos andando hasta Peratallada siguiendo el GR92, lo que nos permitió disfrutar además de un relajado paseo.
Peratallada tiene calles estrechas y empedradas, con casas llenas de encanto, quizá la falta de gente me permitió disfrutar más de la experiencia.
Peratallada tiene calles estrechas y empedradas, con casas llenas de encanto, quizá la falta de gente me permitió disfrutar más de la experiencia.
Detalle de las calles. Peratallada
Como en el resto de pueblos hay edificios muy interesantes como el castillo, la Torre del Homenaje o la Torre de las Horas.
Torre de las Horas. Peratallada
Una curiosidad de este pueblo es que el recinto amurallado nos es único, sino que estaba formado por tres recintos diferenciados (hay un panel explicativo al otro lado de la carretera que explica esta peculiaridad), las murallas son impresionantes, además de poderse ver el foso que las rodeaba.
Foso. Peratallada
Murallas de Peratallada
Como habíamos dejado el coche en el pueblo de Canapost, decidimos darnos una vuelta por el pueblo, y la verdad es que no hay mucho que ver exceptuando una agradable sorpreda, por un lado su iglesia románica, la Iglesia de Sant Esteve, del s X-XI, posteriormente se ralizaron intentos de ampliación, cuyo resultado es una aparente mezcla de estilos, y un edificio inacabado, de lo cual es testimonio los restos de los que debería haber constituido el rosetón.
Iglesia de Sant Esteve. Canapost
En torno a este edificio se han excavado una necrópolis medieval formada por un conjunto de sepulcros antropomorfos, la curiosidad del lugar.
Necrópolis medieval. Canapost
Otra localidad a la que nos acercamos y, aunque no tan espectacular como otras, merecido un paseo por sus calles, es la población de Ullastret, en las cercanías del poblado íbero de dicho nombre, en la cual podremos admirar las murallas, así como la Iglesia de Sant Pere, del s XI, aunque como en otros casos, ha sufrido remodelaciones posteriores.
Iglesia de Sant Pere. Ullastret
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