domingo, 1 de octubre de 2023

Numancia (Garray. Soria)

Las primeras excavaciones en Numancia se remontan al siglo XIX. Desde entonces Numancia será objeto de constantes y reiteradas alusiones en las confrontaciones bélicas, donde las diferentes facciones alentarán la lucha haciendo uso del tópico de la resistencia numantina, coincidiendo con un auge de los nacionalismos europeos. 

Numancia, junto a otros acontecimientos de la historia antigua peninsular, serán considerados como constituyentes en la consolidación de la identidad nacional y de virtudes como "la resistencia heróica". Por todo ello su conocimiento y estudio se ven salpicados por la leyenda.

Numancia (Garray. Soria)
Numancia (Garray. Soria)

Los restos de Numancia se sitúan en el alto de La Muela, en la localidad de Garray. Su ubicación estratégica, le proporciona una gran panorámica del entorno, con visibilidad sobre las sierras de Urbión, Cebollera, hasta las altas cumbres del Moncayo

Su amplia superficie se ve abrazada por las aguas del río Duero al oeste, y las del más modesto río Merdancho. Además de controlar el vado en el punto en el que el río Tera vierte sus aguas en el río Duero. Todos estos aspectos servían como defensas naturales del asentamiento al tiempo que hacían de este lugar una excelente ubicación para el control del entorno.

En las excavaciones realizadas en los primeros años del s. XX se puso de manifiesto la existencia de la superposición de varias ciudades de épocas sucesivas. 

Algunos elementos han permitido determinar ocupación del altozano en época calcolítica. Sin embargo, será a finales del siglo IV a. C cuando los arévacos sitúen en esta ubicación un oppidum. De esta época se constata la existencia de un recinto amurallado (se ha reconstruido la puerta norte, justo en la entrada del yacimiento) que llagaba a los 6 m de altura reforzada con torres cuadradas.

Muralla sur y entramado de viviendas
 

Las viviendas  eran de planta rectangular, de unos 12 m de largo y divididas en tres estancias. En la primera de ellas se situaban la entrada a una estancia subterránea y se realizaban labores artesanales. La habitación central era el lugar de reunión. Y una estancia trasera dedicada a almacén. 

Calle. Numancia
Calle. Numancia
 

Las viviendas se agrupaban en manzanas compartiendo medianería por su pared posterior y pos sus largos lados, con las fachadas dispuestas de manera escalonada. 

Para el abastecimiento de agua del oppidum se han documentado numerosos aljibes de forma circular o cuadrada situados en los patios de las viviendas o en las encrucijadas de las calles en los casos de depósitos de uso comunales.

Aljibe comunal
Aljibe comunal

 

Un paseo por las calles de Numancia permite apreciar el gran número de aljibes distribuidos en toda la ciudad (la gran mayoría de ellos tapados con rejillas). 

Quizá el más particular sea un aljibe de forma rectangular, situado en una casa particular, y con peldaños para acceder de manera cómoda al nivel del agua. 

Aljibe particular
Aljibe particular
 

El entramado de las calles se realizó de manera que las viviendas quedaran defendidas del frío viento del norte, para ellos se estableció una estructuración de manera escalonada para cortar el aire. En los vías se situaban grandes piedras para permitir el paso de una acera a otra evitando el barro.

Calle. Numancia
Calle. Numancia

La viviendas de este primer oppidum presentan indicios de un incendio generalizado que responde a la destrucción de Numancia en el último tercio del s II a. C.

La derrota de Numancia se enmarca en el contexto de la Tercera Guerra Celtíbérica (o Guerra Numantina) en la que. Este periodo de enfrentamiento se inició en el año 143 a. C tras varios años de paz tras el fin de la Segunda Guerra Celtibérica (154-152 a. C) coincidiendo con la rebelión de los lusitanos comandados por Viriato que parece que alentó la sublevación de los titos, belos y los arévacos (de acuerdo con los textos clásicos). 

El final de estas hostilidades entre los pueblos celtibéricos y las tropas romanas se produjo con la rendición de Numancia ante el asedio, de once meses de duración, del cónsul Publio Cornelio Escipión Emiliano en el año 133 a. C. Tras la rendición, y como castigo, Numancia fue incendiada y arrasada. Tras estos hechos, la ciudad vuelve a ser ocupada, pero volverá a ser destruida en el contexto de las Guerras Sertorianas (75-72 a. C).

Con posterioridad será recuperada en época de Augusto (s I a. C). La ciudad romana mantendrán la alineación por los lados norte, este y oreste ¡, pero se verá ampliada por la zona sur. 

En esta época la ciudad sufrirá importantes mejoras urbanísticas y la construcción de nuevos edificios al gusto romano. Así se conserva parte de unas termas, sobre la que se alzó en 1842 el monumento inacabado da los héroes de Numancia, destruyendo en parte las estancias termales. 

Estructuras termales
Estructuras termales

Sobre la ciudad celtibérica, aunque mantuvo la apariencia y trazado indígena, se edificaron edificios de mayores dimensiones (aunque carece de construcciones típicas de las ciudades romaans como es el caso del foro). Próximo al pequeño conjunto termal se aprecia un edificio de grandes dimensiones con estancias ordenadas en torno a un patio central porticado. Quizá un edificio público, dadas sus dimensiones. 

Edificio porticado
Edificio porticado

 

Las viviendas de época imperial presentarán una mayor complejidad. También se introdujeron innovaciones para mejorar el saneamiento como fueron los desagües para mejorar el saneamiento.

En época romana las clases pudientes se desplazaron a la zona sur de la ciudad por se la zona más protegida de los vientos fríos del norte y, por tanto, la parte más templada y amable de la ciudad. Por tanto, fue en esta parte donde se construyeron las viviendas más suntuosas y que mejor representan los gustos arquitectónicos romanos.  

Viviendas del barrio sur
Viviendas del barrio sur
 

Actualmente solo se pueden apreciar los restos de los patios porticados en forma de L situados en la parte delantera de las viviendas y que daban acceso al interior de la zona habitada.

La vida en Numancia decaerá a partir del s III d. C. Los últimos restos romanos se han fechado en el s IV-V d. C. Con posterioridad parece que se puede atestiguar pequeños asentamientos en época visigoda.

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INFORMACIÓN PRÁCTICA

Yacimientos cercanos: 

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BIBLIOGRAFÍA:

  • DE LA TORRE ECHÁVARRI, JOSÉ IGNACIO. Numancia: usos y abusos de la tradición historiográfica. Arqueoweb. 4. Nº 1. 2002
  • DE LA TORRE ECHÁVARRI, JOSÉ IGNACIO. El pasado y la identidad española, el acso de Numancia. Complutum. 9. 1998. PP. 193-211
  • JIMENO MARTÍNEZ, ALFREDO. Numancia: pasado vivido, pasado sentido. Trabajos de prehistoria. 57. Nº2. 2000. PP. 175-193
  • JIMENO MARTÍNEZ, ALFREDO; TABERNERO GALÁN, CARLOS. Origen de Numancia y su evolución urbana. Complutum Extra. 6(I). 1996. PP. 415-432 
  • Numancia. Revista Deperta Ferro. Antigua y medieval. 41.
     

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